sábado, 23 de marzo de 2013

viernes, 3 de agosto de 2012

Editorial Programa 04/08

Programa temático: Los clubes de barrio
Por Celeste Roca


 Los clubes sociales se instauraron desde su fundación como espacios barriales y comunitarios, creando sólidos vínculos vecinales. Tales vínculos fueron prácticamente desmantelados por las prácticas represivas implementadas por los gobiernos dictatoriales, ya que éstos provocaron el repliegue de la sociedad y de los individuos al ámbito de lo privado. Dicha situación se profundizó a raíz de la implementación de políticas neoliberales que promovieron el individualismo y el debilitamiento de todos los ámbitos de discusión y diálogo colectivo. En un escenario difícil, los clubes hoy se renuevan, se revitalizan y redoblan el esfuerzo para estar presentes en el acontecer comunitario.

Los clubes nacen en nuestro país en el transcurso del siglo XIX y su creación demostró una clara necesidad de unión en el ámbito de lo social; tuvieron su época de máximo apogeo a partir de la década del ´40, cuando llegaron a centralizar la actividad cultural, deportiva y social de cada barrio constituyéndose en ese sentido, en puntos de encuentro y referencia casi exclusivos de las zonas adonde se ubicaban.
También fueron eje de las actividades sociales del barrio, y centros privilegiados que reunían a la juventud entre los años 1930 y 1970. Luego empezaron a producirse transformaciones en la sociedad, a partir de la aparición de nuevos paradigmas y conceptos de diversión y ocupación del tiempo libre, y la irrupción de las nuevas tecnologías, aspectos que impactaron especialmente y de manera muy significativa en los jóvenes, contribuyendo a que los clubes barriales fueran perdiendo la capacidad de convocatoria que supieron tener en otros tiempos.

El club es un espacio de pertenencia en el cual las historias individuales se cruzan con la de los colectivos de los cuales se sienten miembros: el barrio, la familia, los grupos de amigos.
La actividad en los clubes tiene una trascendencia fundamental porque en ellos conviven el esparcimiento, el aprendizaje y la participación social; todos aspectos que al estar ausentes, afectan profundamente las condiciones de desarrollo personal y social de niños y jóvenes.

Se hace evidente que en el marco actual en el que vivimos, el club social y deportivo ha perdido el rol preponderante que históricamente ejercían en las relaciones barriales e interurbanas. Esto se relaciona con alteraciones que vienen atravesando todas las instituciones de la sociedad en el contexto de las relaciones en la posmodernidad como el pasaje del paradigma Estado al paradigma mercado. En la transición entre un modelo basado en la solidez de un Estado que garantizaba la vida institucional y un modelo que apuesta a la descentralización y la flexibilidad del mercado, los clubes sociales se definen entre refugiarse en la seguridad de la estructura interna o adaptarse a la incertidumbre del escenario actual.

El desafío hoy es generar espacios que promuevan políticas de inclusión, equidad e igualdad para todas y todos los niños y jóvenes. En ese sentido, los clubes barriales de la ciudad pueden constituirse como espacios de inclusión, donde las personas  tienen la posibilidad de encontrarse y desarrollar lazos de pertenencia.
Ante esta situación se torna evidente la necesidad de que los clubes barriales sean sostenidos y protegidos, no sólo por su barrio de pertenencia, sino a partir de una imprescindible presencia del Estado, formulando políticas públicas que permitan la permanencia y el fortalecimiento de estas instituciones.

sábado, 21 de julio de 2012

Editorial Programa 21/7

Programa temático "Arte Popular"
Por Miriam Giavon

Dicen que la VERDAD ES COMBATIVA. por eso aunque "La palabra tenga cada vez menos crédito en el mundo, y según los Guaraníes, "palabra" y "alma" se dicen de la misma manera; "Ñe’ë" significa palabra y también alma... Si te doy mi palabra, te doy mi alma. Esta es mi palabra, este soy yo" dice E. Galeano. Ojalá recuperemos esa visión del mundo que la cultura guaraní supo perpetuar a través del lenguaje. En definitiva somos palabras y gestos que andan. Y haceres ligados a la palabra..
Esto lo vemos muy bien reflejado en lo que cuenta Miriam García quien se autodefine como “cantora y educadora popular”, trabajadora del espacio “El bagualazo”, espacio de talleres y espectáculos; quien con pasión y sabiduría sostiene y multiplica el legado ancestral y comunitario del canto con caja que aprendió de Leda Valladares, a quien también homenajeamos hoy. Tucumana pionera, en la trasmisión de estos saberes y costumbres...profesora de filosofía, poeta, cantora, compositora, dedicó su vida al conocimiento y difusión de la música originaria argentina, conocida sobretodo en la década de los 60.



Miriam, su aprendiz, nos habla de una necesidad cada vez mayor de ahondar en una búsqueda no solamente estética sino también cultural, que tenga que ver con los saberes ancestrales, con los valores humanos y las prácticas colectivas, comunitarias, que ella se encarga de proyectar en las nuevas generaciones.
Para ella, el abordaje del canto con caja, implica un acto de resistencia cultural ante los gestos de penetración cultural o amables tendencias globales. Así, estas prácticas de bagualas, vidalas, tonadas o coplas, contribuyen a la supervivencia de la especie, a que se siga reproduciendo, a que no se extinga algo que lleva siglos en ejercicio y todavía está vigente en el noroeste argentino y toda la zona andina. “Existe un enorme interés, sobre todo entre los más jóvenes, por encontrar algo diferente ante el bombardeo que nos ofrece el mercado de la música y el canto, sumado a la educación musical convencional proveniente de modos de producción europeos. Eso, a veces, satura, confunde, y aburre; porque lo vuelve todo uniforme. Por eso se hace necesario respirar otros universos , otras formas más vinculadas a lo identitario, donde consustanciarse con su origen y con su naturaleza”. Hay una de las citas del libro “Cantando las raíces” donde Leda puso en palabras tanta acción, dice: “Cuando alguien echa a rodar una canción en el mundo agreste, su aliento regará generaciones y será tocada y retocada a través de legiones de cantores”.

De algún modo Leda nos recuerda la posibilidad siempre andante y nueva de transformar nuestras realidades, de hacer circulantes los caminos que siempre se entrecruzan, porque la comunidad construye otros territorios para el Arte como recurso para una construcción conjunta, donde no haga falta hablar de inclusión, porque todos en nuestras diversidades participamos de estos derechos a PODER HACER, siendo protagonistas..vinculándonos y creando experiencias barriales e institucionales educativas, comunicativas, artísticas, que desafíen la historia.
El programa de hoy de “Entren Todos” se propone dar voz a esas experiencias que desde la música, las letras, murales, orquestas juveniles, el teatro, actividades circenses y tantos etc caminan las calles de nuestras barriadas rumbo a un mundo donde quepan todos los mundos. Porque el arte, en sus diferentes manifestaciones va dando formas a ese futuro que deseamos, haciendo que quede más cercano aquello que está por venir.